En la mañana del martes, fue trasladada a una sala general de Neurocirugía la joven policía Anahí Isnardo, de 21 años, quien había sido ingresada de urgencia al hospital Cullen el pasado 18 de mayo con una herida de arma de fuego en el cráneo.
Isnardo, que cursaba un embarazo de 34 semanas al momento del ataque, fue intervenida de inmediato por los equipos médicos del nosocomio. Primero, los profesionales realizaron una cesárea de urgencia para salvar al bebé. Luego, llevaron adelante una craniectomía descompresiva, una compleja cirugía que permitió aliviar la presión intracraneal causada por un hematoma cerebral.
Este martes, el director del hospital, Dr. Bruno Moroni, confirmó a El Litoral que la paciente ya no está intubada, se encuentra lúcida, orientada y hemodinámicamente estable, y que pudo ser trasladada a sala general.
«Está en postoperatorio de craneotomía descompresiva. Es muy pronto para evaluar si tendrá secuelas, pero moviliza los cuatro miembros, lo que es un dato muy positivo. Resta ver cómo evoluciona la función visual, sobre todo de uno de los ojos», detalló el profesional.
Respecto de la beba nacida por cesárea, Moroni señaló que permanece en neonatología pero respira por sus propios medios y evoluciona favorablemente. Se encuentra bajo un plan nutricional mixto, con seguimiento constante del equipo médico.
«El nacimiento fue a las 34 semanas, lo cual exige cuidados especiales. Pero por suerte, hoy la niña está extubada, con nutrición enteral y parenteral, y con buena evolución», explicó el director del Cullen.
La noche del 18 de mayo, la policía corondina recibió un disparo en su vivienda de calle Laguna Paiva al 1100, en Coronda. La víctima fue trasladada de urgencia al hospital Cullen, donde se activó un protocolo especial por su doble condición: policía y embarazada.
El Litoral