
El Movimiento Socialista de los Trabajadores en el Frente de Izquierda Unidad se manifestó ayer jueves en horas de la siesta en nuestra ciudad como en buena parte del país en contra del acuerdo del país con con Fondo Monetario Internacional.
De a cuerdo a una nota publicada por César Latorre, uno de los referentes del Movimiento, «el gobierno lo relativiza, es evidente que el acuerdo con el Fondo tendrá como consecuencia un ajustazo sobre el conjunto de lxs trabajadorxs y el pueblo. Sin embargo, en medio de una fuerte crisis política, grietas en las alturas y cuestionamientos desde abajo, se encaminan a convalidar una nueva estafa. La lucha no termina con el tratamiento en el Congreso«.
El acuerdo se destrabó cuando el gobierno cedió en toda la línea con el tema de las tarifas. Y se encaminó a preparar un texto que recolecte la mayor cantidad de votos posibles. Tardaron una semana en presentar un proyecto que solo tiene dos artículos. Un permiso de endeudamiento para que voten críticos y aduladores. Y un anexo que contiene la letra chica, el compromiso de ajuste y la habilitación a reformas reaccionarias, pese a la desmentida del presidente.
Si esto no es ajuste…
La letra chica se encuentra como anexo del artículo dos del proyecto de ley bajo el título de «memorándum de políticas económicas y financieras» y «memorándum técnico de entendimiento». Vale la pena sintetizar sus puntos salientes.
. Tarifas: aumento de las mismas en tres segmentos: a) 40% del coeficiente de la variación salarial (CVS) del año anterior para los sectores alcanzados por la tarifa social. b) Quita de los subsidios para los sectores que lo pueden soportar c) grupo no alcanzado por las segmentaciones precedentes con un aumento del 80% del CVS del año anterior. De conjunto esto representa un tarifazo de más del 60%.
. Aumento del transporte: Si bien no hay una cláusula específica la provincialización y municipalización de los subsidios al transporte van a derivar en un aumento de las tarifas. De este aspecto además se especifica que el FMI monitoreará los giros a las provincias en sus misiones.
. Ajuste fiscal: Se firma una baja del déficit al 2,5% este año, al 1,9% en el año 2023 y un 0,9% en el 2024. A este ajuste además se limita la financiación con emisión desde el Banco Central en un 1% para este año, 0,6% para el año 2023 y 0% para el 2024. Es importante a este respecto tener en cuenta que el déficit fiscal en el 2021 fue del 3,2% y la emisión fue del 3,7% del PBI. Es decir que para el 2022 el ajuste real pasa a ser de un 3,4% del PBI (0,7% de reducción del déficit fiscal y un 2,7% de la reducción de emisión respecto al 2021)
. Desembolsos y pagos de los vencimientos: los desembolsos del Fondo tienen por objeto garantizar pagarse a ellos mismos la deuda anterior. Pero, además, cada desembolso está ligado a las revisiones trimestrales lo cual constituye un sometimiento político-económico enorme. El primer año se desembolsa más de lo necesario a cancelar con el objetivo de cumplir con el aumento de las reservas en 5.000 millones.
. Ayuda social: Está explicita la intención de transformarla en subsidio a las patronales y precarización laboral a través del fastuoso epíteto de generar «trabajo genuino». Además, hacia fines de año se prevé que los programas sociales sean monitoreados por organismos crediticios dirigidos por el imperialismo como lo son el BID y el BM.
. Jubilaciones: Se prevé revisar la «sustentabilidad a largo plazo» del sistema. Para ello revisarán los regímenes especiales, como así también crearán mecanismos para «facilitar la continuidad voluntaria de la vida laboral de las personas» Es decir, una reforma del sistema jubilatorio como mínimo de hecho, al empujar a las y los trabajadores a que tengan que seguir trabajando para subsistir.
. Salarios atados a la productividad y al «crecimiento»: Cambian el criterio de inflación como parámetro para los aumentos salariales por el de crecimiento económico. El mismo memorándum prevé en el mejor de los casos en un 3,5% del PBI. Este criterio atado a la productividad derramará también para el sector privado. Ni siquiera estará votado pero el Gobierno está acordando con la cúpula de la burocracia sindical modernizar los convenios colectivos de trabajo. Ya están hablando de un «congreso» para cambiar las relaciones laborales. Una parte de la reforma laboral pendiente.