
El suceso de una joven mujer policía en la noche del domingo causó mucha preocupación en nuestra ciudad producto de que tanto ella como la pareja (quien disparó el arma) son funcionarios de la Policía de Santa Fe y ambos trabajaban en Rosario.
Fue él mismo quien pidió ayuda al SAMCo local para que la víctima sea trasladada en «código rojo» hacia el Hospital José María Cullen donde fue intervenida quirúrgicamente en su cráneo para aliviar la presión que había significado el disparo.
Por otra parte, también se le practicó una cesárea para que su pequeña hija naciera con vida con tan solo 1,800 kg. Ambas intentan recuperarse en sala de terapia intensiva del nosocomio santafesino.
Según informó Amanda Zárate, subdirectora del hospital Cullen, la joven ingresó lúcida y fue sometida a una craneotomía descompresiva. Permanece internada en la Unidad de Terapia Intensiva, con pronóstico reservado.
“Siempre hay riesgo en un paciente con lesión cerebral. La situación puede variar de momento a momento”, explicó la médica en diálogo con la prensa.
Las próximas 48 horas son claves para monitorear su evolución. La mujer, que al momento del hecho se encontraba con licencia médica y sin portación de arma, permanece bajo estricta vigilancia médica.
La beba nació con 34 semanas de gestación y fue derivada a la sala de neonatología. Está conectada a asistencia respiratoria mecánica, pero los profesionales se muestran optimistas.
“Recibe el tratamiento que necesita. Se espera la evolución en el peso y la maduración pulmonar, que son cuadros habituales en bebés prematuros”, señaló Zárate.
Pero, ¿qué fue que causó semejante desenlace? Según lo que pudo conocerse de la primera versión, el joven manifestó que se le había escapado un tiro del arma reglamentaria mientras se cambiaba en una habitación.
Sin embargo, horas después del hecho, arribaron a la escena los investigadores de la Brigada de Femicidios y peritos de la Policía Científica de la Policía de Investigaciones (PDI). El joven oficial fue aprehendido por orden del fiscal Alejandro Benítez, del Ministerio Público de la Acusación, quien dispuso su identificación y formación de causa como presunto autor del delito de tentativa de femicidio.
Los peritos realizaron pruebas de parafina sobre las manos del detenido y secuestraron en la vivienda una pistola calibre 9 mm marca Bersa modelo TPR, una vaina servida, un chaleco balístico, una notebook y otros elementos de interés, además de constatar manchas de sangre en la cocina.